Cisne y trueno

Mi padre llega muy tarde por las noches; en vez de dormir se sienta en una dura silla frente a una vieja máquina de escribir; en vez de soñar aporrea teclas en imprime pequeñas letras negras, como hormigas, en las hojas. Mi padre trabaja toda la noche. El ritmo de su tecleo me arrulla, me duerme. Mi padre huele a las cintas de la vieja máquina de escribir, también a corrector líquido. Mi padre es el eterno protagonista de este sueño recurrente.

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