Abubilla

El sultán sólo comía yogur. El sultán se encontraba encerrado en una jaula de hierro, desnudo. Se la pasaba acostado todo el día. Sus ojos estaban secos. Su cuerpo, enjuto y hediondo. El sultán, a veces, soñaba con su palacio, luminoso y vacío, abandonado en un desierto rojo.

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