Mare Nubium... I
Los
días se acortaron, y el mundo se volvió fantasmagórico.
D.H.
Lawrence
Un hombre, dueño de
una isla del mar del norte, camina absorto en fatales pensamientos; durante
horas recorre en silencio su propiedad con las manos entumidas dentro de los
bolsillos de su raído pantalón azul, el cuerpo encorvado, la cabeza gacha, la
mirada fija al suelo. Únicamente la necesidad de comer logra sacarlo del
trance, y se enoja con el hecho de tener que parar el flujo de recuerdos por el
ordinario acto de remojar el pan en aceite y llevárselo a la boca.
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